Capitulo 4

Misterios~

-Mmm… ahora que lo dices. Creo que se llamaba –me dice mientras piensa en el nombre. De repente abre mucho los ojos y me mira –Ay mi madre!

-Qué!?

Pobre era Eisen. Como no me he dado cuenta antes? Debe pensar que somos unos amigos horribles, no nos hemos acordado de él!

-Él niño… es Eisen?

Entonces mi sueño. Era él? Ahora lo entiendo, es por eso que me dijo que nos conocíamos… Ahora estoy aún mas confundido.

-Qué paso? Se fue?

-Cuando teníamos 5 años se marcho a París con su padre. De verdad no recuerdas nada de él?

-No… tuve un sueño pero eso es todo lo que recuerdo. En la fiesta me hablo y me dijo que me conocía, creí que bromeaba.

-Tú estabas mas unido a él que yo. Siempre andabais con secretitos –me dice riendo.

Por qué no lo recuerdo? Celine dice que estábamos muy unidos, entonces porque… Quiero hablar con él, necesito explicaciones. Pero no sé donde estará ahora.

Escuchamos el timbre y volvemos a la clase. Nana me habla pero no soy capaz de escuchar lo que me dice, Tomas me mira preocupado. No puedo evitarlo, estoy tan confundido y el sujeto que me provoca esto ni siquiera está aquí.

El día pasa y yo estoy arto de preocuparme por cosas que no puedo arreglar ahora. Solo me queda esperar hasta que él vuelva.  A la salida vamos a la heladería de mi tía Maggie y su marido Gabriel.  De pequeños Celine y yo jugábamos con mi prima Chris. Ahora ella trabaja en la heladería.

-Bienvenidos a la heladería Easton! –grito mi prima.

Christalle es mayor que nosotros, tiene 23 años. Su cabello es castaño y sus ojos son esmeraldas. Ella se parece más a tío Gabriel excepto por el cabello, el de mi tío es rubio. Tía Maggie tiene el pelo castaño y los ojos marrones como mi madre. Son hermanas gemelas. Mama siempre dice que yo soy igual que mi padre.

-Mira quien está aquí! –dice mi prima con su energía de siempre.

-Yo también te he echado de menos –le respondo mientras la cojo en volandas. A pesar de ser mas mayor que yo, de tamaño es muy pequeña.

-Dime querido primito, como va por el mundo del estudiante de instituto? –me dice riendo.

-Pues menos agotador que el mundo de la trabajadora y universitaria, querida prima –digo con una falsa cara seria.

Nosotros siempre hemos sido así. Mucha gente nos miraba raro de pequeños.

-Queréis lo de siempre? –nos pregunta tía Maggie.

-Sí, gracias Maggie –responde Celine con una sonrisa.

Nana siempre ha estado un poco celosa de Celine porque para mi familia es como una más. Le he explicado muchas veces que no se tiene que preocupar tanto.

-Te quedas con nosotros, Christalle? –le pregunta Nana.

Chris le mira mal y se gira hacía a mí. Nunca le ha caído bien mi novia.

-Lo siento primo. Victor viene a buscarme ahora.

Victor es el novio de mi prima. Llevan 6 años juntos. Él me cae muy bien y trata muy bien a Chris, ya me encargue de decirle amablemente que se quedaría sin genitales si veía a mi prima llorar.

Hablando del rey de roma…

-Hola primo –me dice Victor.

-Hola V.

Se escucha un grito.

-SOIS ESCORIA!

Todos nos miramos sorprendidos  y nos giramos a la vez en dirección a aquella voz. Hay un hombre vestido con harapos y todo sucio. Nos mira con cara de loco y no para de repetir la misma frase.

-SOIS ESCORIA!

-Por qué dice que somos escoria!? –le dice mi prima con furia mientras Victor la coge para que no mate a ese vagabundo. Tiene mucho carácter.

-Vosotros no! ÉL! –dice apuntándome.

-Disculpe? –le digo confundido.

-Maldito viejo vagabundo! –chilla mi prima.

Antes de que vuelva a decir que soy una escoria viene un hombre. Es enorme! Va vestido con una camiseta y unos pantalones negros. Tiene el pelo rubio hasta los hombros y un poco ondulado. Sus ojos son dorados. Me mira de una manera que no puedo entender.

El vagabundo no se ha dado cuenta de que tiene a ese hombre detrás, por extraño que parezca contando que es enorme. El hombre ha cogido al vagabundo por el cuello y se lo ha llevado de una manera tan rápida que parece que ni siquiera hubiera pasado nada de esto.

-Alguien entiende que ha pasado aquí? –pregunta V.

-Lo conoces? –me pregunta Celine.

-Por qué iba a conocer yo a un vagabundo?

-Bueno, después de este extraño momento, nosotros nos vamos –dice Chris ahora más calmada y arrastrando a Victor hacía la salida –divertíos!

Nos miramos y comenzamos a reír por la absurda escena que acababa de pasar. Nos sentamos a comer nuestros helados olvidando todo lo que ha pasado. Miro a Nana, lleva un poco extraña des de hace un rato. Supongo que le ha sorprendido todo el tema del vagabundo y el hombre enorme. Aunque ese hombre era bueno, no? Se ha llevado al loco ese. Y hay algo en el que me da confianza. Cuando empieza a oscurecer nos despedimos y yo me voy a mi casa. Entro en casa y escucho a mi madre hablando con alguien.

-Ya estoy en casa! –chillo para alertar a mi madre pero parece que no se ha dado cuenta.

-Dile a Andrew que no se lo va a llevar. Aún no es mayor de edad! –escucho decir a mi madre.

Está en la cocina hablando con alguien. La puerta está cerrada.

-Me ha dicho Clown que hoy le ha hablado un groad –responde un hombre. Su voz me suena bastante y no sé de qué.

-A Eiren? Se supone que no le iban a poder ver hasta los 18, Aún falta un año!

-Cálmate, nosotros tampoco lo entendemos.

-Cómo quieres que me calme, Reid?

-Me tengo que ir. Entiende que hacemos lo que podemos por él.

 De repente se abre la puerta de la cocina y sale mi madre.

-Ya estás en casa hijo? –me dice de una manera, completamente distinta de hace un momento.

-Sí, acabo de llegar. Iba a la cocina a coger algo para comer.

No es mentira del todo… Entro a la cocina pero no veo a nadie. Debe haber salido por la puerta de la cocina que da al exterior. Me aseguro de que mi madre ya no este y salgo por la puerta. Miro por el jardín pero no veo a ese tal Reid. Ya se debe haber ido. Vuelto a entrar y me hago un bocadillo y me voy a mi habitación.

Me meto en mi ordenador y pongo en google la palabra groad. Pero no encuentro nada. De que estarían hablando? Cuando he hablado yo con uno de esos groad? Estos días estoy siempre confundido y eso no me gusta.

Me acuesto y me pongo a dormir. Antes de caer dormido siento una mano acariciando mi cabeza.